En un año se han hecho más de 2000 visitas médicas y dentistas gratuitas para los sintecho de Ciudad de México.
Es el trabajo que hacen los médicos de la Comunidad de Sant’Egidio con la ayuda de muchos voluntarios que se les han unido a lo largo del año para curar a migrantes, ancianos, niños y mujeres, cada vez más aislados y pobres a causa de la pandemia.
México, según los datos oficiales, tiene más de 52 millones de pobres, que representan el 41,9% de la población, y más de la mitad de sus habitantes no tienen ninguna forma de protección social. El Consejo Nacional para el Desarrollo Social (Coneval) ha previsto que la pandemia hará crecer la pobreza: 10 millones más de mexicanos corren peligro de caer en la pobreza absoluta.
En medio de este panorama desolador, el servicio médico de Sant’Egidio es como un oasis en la gran ciudad, un lugar de esperanza para muchos.