El domingo 10 de noviembre, en la catedral anglicana de Ciudad de México, en ocasión del 60 aniversario del decreto Unitatis Redintegratio, se celebró una oración por la paz organizada por la Comunidad de Sant’Egidio junto con la Conferencia Episcopal Mexicana.
Durante el acto, líderes católicos, anglicanos y evangélicos leyeron los nombres de los países y las regiones afectadas por la violencia y la guerra, para los que invocaron la paz. El icono de los nuevos mártires y los testimonios de la fe (copia del original que está en la basílica de San Bartolomé de Roma, memorial de los nuevos mártires) fue introducido en la asamblea litúrgica, imagen de aquel “ecumenismo de la sangre”, como lo definió el papa Francisco, que une a los cristianos más allá de las diferencias.
El encuentro fue un momento de reflexión compartida, y destacó el deseo de un cristianismo que, a pesar de atravesar muchos problemas, sigue buscando la fraternidad y la paz.
