En un tiempo marcado por el crecimiento de la pobreza, el domingo 17 de noviembre la Comunidad de Sant'Egidio celebró en todo el mundo la octava Jornada Mundial de los Pobres, deseada por el Papa Francisco. En Roma, la Comunidad participó en la celebración en San Pedro y en el almuerzo en el Aula Pablo VI junto con un grupo de personas sin hogar, personas con discapacidad y refugiados, amigos de la Comunidad durante todo el año. Entre ellos también hubo algunos que encontraron un hogar y recuperaron la esperanza en el futuro.
Fueron numerosos los eventos de solidaridad en las ciudades italianas y en los países donde Sant'Egidio está presente: en Europa, África, Asia y América Latina, con personas mayores, niños de la calle y Escuelas de la Paz, refugiados y prisioneros. En todas partes, la Jornada fue una oportunidad para lanzar, pocas semanas antes del inicio del Jubileo, un mensaje de esperanza, invitando a todos a empezar de nuevo desde la solidaridad.