Desde la Basílica de Santa María de Trastevere para el mundo entero, la Navidad de Sant'Egidio es una fiesta de amor que dice a todo el mundo: "No estáis solos"

Una Navidad especial, que empezó en la nave central de Santa María de Trastevere, en Roma, y ha abrazado a todo el mundo. Estando todavía en el medio de una dura pandemia, la Comunidad de Sant’Egidio ha decidido pasar también este año el 25 de diciembre junto a los pobres y a los frágiles con quienes siempre comparte la amistad. Solo ha cambiado la forma, pero no el clima y la fiesta familiar, la más importante del año. En la basílica trasteverina, en lugar de las mesas, que no se pueden poner en tiempo de covid, había sillas para acoger a los invitados, pero las personas eran las mismas de los demás 38 años, desde que, en el ya lejano 1982 empezó esta tradición, un carácter distintivo para todas las Comunidades de Sant’Egidio del mundo: personas sin hogar, ancianos solos, familias con problemas o refugiados que han llegado con los corredores humanitarios. Se ha llamado a cada uno por su nombre y se les ha dado un regalo, a ellos y a quien les acompañaba, porque en la Comunidad se confunde quien sirve y quien es servido.

Un centenar de pobres y frágiles que, tras haber recibido el regalo y haber aplaudido en el momento de ser llamados por su nombres, han recibido todos, al salir de la basílica, la típica comida navideña, como cada año: lasaña, albóndigas, lentejas y postres. La única diferencia es que, a causa de las normas anticovid, la comida se ha entregado en una bolsa térmica para llevar –de material reciclable– para que cada uno se la pudiera comer allí donde reside. "Construyamos a partir de esta Navidad un mundo más hermoso y más humano", ha dicho el párroco Marco Gnavi saludando a los invitados a la fiesta. Y ese es el mensaje que ha llegado posteriormente a todos los continentes, en los distintos repartos de regalos y alimentos navideños que se han llevado a cabo en todos los países en los que está la Comunidad. Un primer cálculo revela que este año, por efecto de la pandemia que ha empobrecido a una parte significativa de la población, hemos llegado a muchas más personas: en Italia, más de las 60 mil que participaron en las comidas de Navidad el año pasado, y más de 240 mil en el resto de Europa, en Asia, en África y en América Latina, afectadas igualmente por la crisis.

Pero si por una parte ha aumentado la pobreza, por la otra ha crecido también la solidaridad: muchos voluntarios se han unido a la Comunidad en estos meses de covid-19 y por Navidad, sobre todo jóvenes. Es un hecho importante para que, una vez superada la pandemia, podamos ver un renacimiento, que todos esperamos que llegue pronto. También ha habido una gran participación en la campaña solidaria de donativos para regalar la Navidad a quien es pobre y frágil, que seguirá hasta el 28 de diciembre. En los próximos días, y durante todo el periodo navideño, están previstos nuevos repartos de regalos en varias ciudades.

Reiteramos nuestros mejores deseos en esta #Navidadparatodos de la Comunidad de Sant’Egidio.

MIRA EL VÍDEO (IT)