“No more walls”, muros nunca más.En Berlín, una colorida manifestación de los niños de la Escuela de la Paz de Sant'Egidio es la ocasión para reflexionar sobre los muros que dividen el mundo.
Entre el público hay hasta 25 países distintos, entre amigos y parientes de los jóvenes y de los niños que, desde el escenario, han compartido sus pensamientos y sus historias de integración.
Palabras que quieren luchar contra la lógica de los muros, desde las fronteras armadas y de alambre espinado a las que hacen frente los refugiados en el mundo hasta los muros "invisibles" de la ciudad que separan solo a los pobres de todo el resto.
"El periodo del coronavirus nos ha demostrado que estamos todos en la misma barca", dicen los organizadores, que han dedicado una reflexión especial a los refugiados de Lesbos, afectados por el grave incendio del campo de Moria. Los Jóvenes por la Paz han explicado que en este periodo marcado por la pandemia no han olvidado a quien está lejos y a quien está cerca, como los ancianos que no podían salir de casa y los niños que habían perdido el contacto con la escuela.
El acto ha contado con el testimonio de Somajah, de 10 años, de Afganistán, que con simplicidad ha dicho: "No importa de qué color son tus manos. Por fuera parecemos todos distintos, pero por dentro nuestro corazón es igual". Manos que pueden construir juntas la paz, enseñan los más pequeños lanzando su mensaje en las calles de Berlín, con todas las precauciones necesarias a causa del coronavirus.