En ocasión del inicio del mes de Ramadán, publicamos el mensaje de S.E. mons. Ambrogio Spreafico, Presidente de la Comisión Episcopal de la CEI para el ecumenismo y el diálogo.
"Queridos hermanos y hermanas de las comunidades musulmanas, quisiera transmitiros un caluroso saludo y mi afecto en este mes de Ramadán, sagrado para la fe islámica. En este momento difícil, vosotros expresáis la sumisión al Dios Todopoderoso y Misericordioso a través de este tiempo de ayuno y de oración". Así empieza el mensaje de felicitación que monseñor Ambrogio Spreafico, presidente de la Comisión de la CEI para el ecumenismo y el diálogo, ha enviado a los musulmanes con motivo del inicio del Ramadán, que tendrá lugar esta tarde entre rígidas cuarentenas y aislamiento. Millones de musulmanes se abstendrán de beber y de comer desde el amanecer hasta el ocaso. El mes sagrado del Ramadán, que terminará el 23 de mayo, llega en medio de una pandemia de coronavirus que ha obligado también a las comunidades religiosas a replantear las tradiciones y los ritos en vista de las medidas de distanciación social impuestas por las autoridades.
"Confiamos al Dios Altísimo y Todopoderoso a los enfermos de esta pandemia, a aquellos que los asisten, a los ancianos que más la sufren, a las familias con problemas y a los pobres que sienten con más intensidad la falta de lo que necesitan para vivir", escribe el obispo Spreafico. "Que este Ramadán sea para vuestras comunidades un modo de compartir con quien sufre y no tiene lo que necesita, para que la preceptiva Zakaat al Fitr, que vuestras comunidades cumplen, sea realmente universal y diaria, como han declarado recientemente algunos importantes representantes del mundo islámico mundial en relación al coronavirus. Os deseo, pues, en este mes santo, que vuestras comunidades puedan manifestar siempre el deseo de paz y el trabajo por la convivencia, luchando contra todo tipo de violencia y de división. ¡Ramadan karim!”.
En su mensaje, monseñor Spreafico recuerda también el principio de fraternidad humana que une de manera particular a todos los seguidores de las distintas religiones. "En una época en la que todos sentimos el peso del mal que aflige al mundo a causa del Covid-19 y que ha superado todas las fronteras –reza el texto–, las religiones, en su diversidad innegable, pueden expresar la necesidad de encontrar aquella armonía y aquella semilla de paz que nos unen, y que hacen que todos podamos reconocer que fuimos creados por Dios y que todos pertenecemos a la única familia humana". Hace referencia así al Documento que firmaron en Abu Dabi el papa Francisco y el gran imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb en el que se afirma que "el único camino posible para vivir en paz es el diálogo".