La vigilia de la III Jornada Mundial de los Pobres, la tarde de hoy, 15 de noviembre de 2019, a las 17.00 h, el Santo Padre ha visitado e inaugurado un nuevo Centro de acogida nocturna y diurna en Palazzo Migliori, a pocos metros de la columnata de San Pedro. El nuevo centro se entrega a la Limosnería de Su Santidad y será gestionado por la Comunidad de Sant’Egidio.
El papa Francisco ha sido recibido en la entrada por el Limosnero, el cardenal Konrad Krajewski, por monseñor Nunzio Galantino, presidente de APSA, por Andrea Riccardi y por Marco Impagliazzo, fundador y presidente de la Comunidad de Sant’Egidio.
Tras una breve visita a la planta baja, destinada a la acogida de día, con algunos frescos de época moderna, el Santo Padre ha ido a la capilla del Centro, en el primer piso, dedicada a San Jorge. Contemplando los distintos espacios, ha comentado: "¡La belleza cura!".
Luego ha visitado el piso donde están las habitaciones, y las salas de comedor, en el segundo piso, donde ha hablado con algunas personas que vivirán en el centro y con los voluntarios. Entre estos, algunos vivían en la calle y ahora han encontrado trabajo y una vivienda estable y ayudan como voluntarios en el centro. Durante su conversación con ellos, el papa Francisco ha hablado de la cultura del descarte, y de la necesidad de recuperar un sentido de responsabilidad hacia los más pobres.
Ha escuchado a los voluntarios que llevan desde hace años la cena a quien vive en la calle y los problemas que han tenido para organizar sus funerales. Por último, ha recordado que, cuando era joven, solía dejar un plato puesto durante las comidas, especialmente los días de fiesta, para quien lo pudiera necesitar, y ha destacado la necesidad de "educar a los jóvenes en la compasión".
Andrea Riccardi ha declarado: "Creo que lo importante es que aquí estamos frente al Vaticano, dentro y en el corazón del Papa, los pobres tienen casa frente al Papa. Esto es territorio vaticano, pertenece al Vaticano y en Sant'Egidio estamos encantados de colaborar también con la Limosnería vaticana".
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EL LUGAR
El centro, a pocos metros de la columnata de la plaza de San Pedro, ocupa un edificio de cuatro pisos (casi 2000 m2) propiedad del Vaticano, en zona extraterritorial. Recientemente quedó libre después de que una congregación femenina dejara de utilizarla hace unos meses. El papa Francisco ha querido dedicarla a esta obra de caridad para las personas más necesitadas y con problemas. Así pues, la Administración del Patrimonio de la Santa Sede la dio en comodato a la Limosnería Apostólica y será gestionada por la Comunidad de Sant’Egidio.
El nuevo Centro de acogida nocturna y diurna, llamado Palazzo Migliori, lleva el nombre de la familia propietaria que lo cedió a la Santa Sede en 1930. Se trata de un edificio construido a principios del siglo XIX, con interiores elegantes y nobles. Dispone de ascensor para que los ancianos y las personas con discapacidad puedan acceder sin problemas. En el primer piso hay una gran capilla para la oración personal y comunitaria de los voluntarios y de los residentes.
Las habitaciones para dormir ocuparán los pisos tercero y cuarto, y podrán alojar a un máximo de 50 personas, hombres y mujeres, número que podrá aumentar cuando haya situaciones de emergencia por el frío. Las personas que disfruten de acogida nocturna recibirán también el desayuno y la cena, que se servirán en el refectorio del segundo piso. La cocina del Centro, bien equipada, servirá también para un grupo de voluntarios y de diáconos permanentes de la diócesis de Roma para preparar más de 250 comidas calientes, que desde hace ya años, por la noche, se reparten entre los pobres de las principales estaciones ferroviarias de la ciudad: Termini, Tiburtina y Ostiense.
El primer y el segundo piso, además, se utilizarán para el servicio diario, gestionado y animado también por voluntarios, con salas para entrevistas y coloquios, para el uso del ordenador, para la lectura y el ocio y para otras actividades educativas y culturales. Todos los trabajos, realizados por un grupo de sintecho y por empresas especializadas, han sido supervisados y financiados por la Limosnería Apostólica, a través de los donativos provenientes de la expedición de pergaminos con la Bendición Apostólica y a través de generosas aportaciones de particulares. Además, la Limosnería, junto a la Comunidad de Sant’Egidio, se compromete a sostener económicamente toda la actividad del Centro.