El espíritu de Asís, la visión del papa Juan Pablo II de religiones y culturas en diálogo, reunió el pasado sábado en Buenos Aires a muchas personas para celebrar una oración y escuchar debates sobre temas globales, en el encuentro de oración por la paz impulsado por la Comunidad de Sant’Egidio, que desde 1987 sigue el camino que abrió el papa Wojtyla. Tras el encuentro de septiembre de Madrid, se han celebrado otros encuentros en Argentina, Cuba, El Salvador y próximamente se celebrará uno en Costa de Marfil.
Durante el encuentro en el auditorio del YMCA, el sábado 28 de septiembre, tras el saludo del secretario nacional de la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA), varios testimonios arrojaron luz sobre el diálogo entre las religiones, sobre el drama de los refugiados y sobre la defensa del medio ambiente.
Sofía pronunció una poesía en la que está escrito que el amor es la única manera de vencer el terrorismo. Es el emocionante testimonio de la madre de una joven judía asesinada en 1994 en un atentado terrorista contra una organización judía.
Yusmari, una refugiada que recordó la reciente visita de Andrea Riccardi a Buenos Aires y sus palabras sobre la centralidad de la oración en la vida de Sant’Egidio, habló del triste éxodo de Venezuela y de una Argentina acogedora.
Los Jóvenes por la Paz, por su parte, hablaron de la defensa del medio ambiente, un desafío que requiere decisiones personales y un estilo de vida solidario, que pasa por cada persona, y un rechazo de la "cultura del descarte".
El mensaje del papa Francisco para una "Paz sin fronteras" de Madrid resonó en Buenos Aires, donde representantes de Iglesias cristianas y del islam elevaron sus invocaciones contra la guerra, contra el uso no sostenible de los recursos naturales, y contra el comercio de armas. Cerraron el encuentro el encendido de las velad del candelabro de la paz y un abrazo alegre "sin fronteras".
El diálogo entre las religiones, el drama de los refugiados y la defensa del medio ambiente centran las palabras del encuentro