Papa Francisco, Jafar, joven sirio que llegó a Italia con los #corredoreshumanitarios: “Hoy yo soy los ojos de mi madre y hablo también por ella”

Padre Santo,

Me llamo Jafar, tengo 15 años, y soy palestino sirio de Damasco. Estoy aquí con mi madre, Rasha, y mis hermanos menores, Omar y Jenine. 
Nací en el campo de Yarmouk, en la periferia de Damasco. 
Durante la guerra el campo estuvo asediado durante muchos meses. 
Me acuerdo perfectamente que el campo estuvo cerrado durante un mes y medio. 
Nadie podía entrar ni salir. 
No había nada para comer. 
Durante un tiempo comimos solo arroz. 
Un día cayó una bomba en una mezquita cerca de mi casa, mientras la gente salía. 
Muchos murieron. 
Después de aquello muchas familias huyeron del campo. 
Nos quedamos solo nosotros y pocos más. 
Durante 2 años más estuvimos en el campo; la vida era difícil, muchas veces había toque de queda. No podíamos ir a la escuela. Solo íbamos a la escuela de la mezquita de vez en cuando. 

Salir a buscar algo de comer era peligroso porque en el campo estaban los grupos armados de Estado Islámico y fuera estaba el ejército del Gobierno. 
Mi madre una vez salió con mi hermano pequeño para ir a buscar algo de comer y cayó una bomba cerca de donde estaban, en el campo. 
Mi madre logró proteger a Omar, pero varias astillas se le clavaron en los ojos.
Hoy yo soy los ojos de mi madre y hablo también por ella.
Al cabo de pocos días tuvimos que huir a Líbano, donde había algunos parientes de mi madre. 
Yo tenía 10 años.
Estuvimos allí en un campo durante 3 años. 
En 2016 supimos que podíamos venir a Italia gracias a los corredores humanitarios. 
Y vinimos a Roma.

Ahora yo y mis hermanos vamos a la escuela. 
Tengo nuevos amigos, juego a fútbol, y he empezado a ir con los Jóvenes por la Paz. 
Con ellos vamos a ver a los ancianos.
Padre, yo sé que usted quiere a todo el mundo, sobre todo a quienes, como nosotros, han sufrido por la guerra y han tenido que huir de su país. Le doy las gracias por su cariño y por sus palabras en defensa de los inmigrantes.

Me gusta mucho vivir en Italia, pero a menudo pienso en Siria. 
Y cuando pienso en Siria, me viene a la cabeza una palabra importante: paz.
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