Esta mañana se ha celebrado en Blantyre el funeral de Elard Alumando, que falleció el pasado 10 de junio en Johanesburgo, al no superar las consecuencias de un grave accidente de tráfico.
Un pueblo de 1600 personas llenaba desde primera hora de la mañana la gran iglesia de San Luis de Montfort, en el centro de Blantyre, para recordar con un gran abrazo a Elard, responsable de las Comunidades de Sant'Egidio de Malaui y Director Nacional del programa DREAM.
Había una delegación de la Comunidad de Roma, y de otras comunidades italianas y europeas, encabezadas por Cristina Marazzi, vicepresidenta vicaria, y representantes de comunidades africanas provenientes de Mozambique, de Zambia y de Zimbabwe.
El arzobispo Vincenzo Paglia ha presidido la celebración del rito fúnebre, que ha contado también con la presencia de varios sacerdotes y misioneros malauíes. En un clima recogida de emoción y de oración se ha proclamado el Evangelio de la Resurrección de Lázaro. Durante la homilía, monseñor Vincenzo ha dicho: "Jesús amaba a Lázaro y a sus hermanas. Iba a menudo a su casa de Betania. Hoy Jesús está aquí con nosotros en Blantyre, en Malaui, junto a Elard. Podríamos compararlo a Elard, el hermano mayor de las comunidades hermanas de Malaui, el hermano que las empezó y las ha hecho crecer. Y Jesús las ha amado del mismo modo que amó a Lázaro y a sus hermanas. Y, así como fue aquella vez, también ha venido hoy, para consolarnos". Las palabras de monseñor Paglia han acariciado el corazón de muchos y han consolado a las numerosas comunidades que han venido de varias partes de Malaui para escuchar y acoger una palabra de esperanza y para mirar al futuro a la luz de la Resurrección.
Al finalizar la predicación el obispo ha dicho: "También nosotros tenemos que resucitar. También nosotros tenemos que quitarnos las vendas de la resignación, las vendas del amor por nosotros mismos: tenemos que liberar nuestras manos, desatar nuestros pies, liberar nuestra lengua para caminar por los pueblos de Malaui, de África, por las periferias del mundo y liberar a muchos niños abandonados, a muchos jóvenes. Así lo hizo Elard. Y todos nosotros tenemos que recoger su testigo y continuar con su entusiasmo liberando a muchos de la enfermedad, de la pobreza, del abandono y de la soledad.
La resurrección de Malaui, la resurrección de África nos une a todos con Elard. Es el sueño que todos tenemos y que Elard sigue teniendo".
Por la tarde el obispo Vincenzo ha hecho una asamblea con todas las comunidades de Blantyre sobre el tema de la vida eterna y el Paraíso.
Tras sus palabras ha habido intervenciones con testimonios, reflexiones y recuerdos de la vida de Elard y de su amor por Malaui y por la Comunidad.