Los últimos días un violento ciclón ha asolado Malaui y Mozambique, provocando muchas pérdidas de vidas humanas y una gran devastación. En algunas ciudades se han derrumbado incluso los edificios más resistentes, como la gran iglesia de Macuti, la mayor de la ciudad. Todavía es difícil saber cuántas personas se han visto obligadas a huir y la entidad exacta de los daños porque las comunicaciones están cortadas, pero gracias a las personas de las comunidades de Malaui y de Mozambique, han llegado algunas noticias y algunas imágenes. 
Paola Germano, coordinadora del programa DREAM de la Comunidad de Sant’Egidio, describe una situación dramática: miles de personas sin casa, niños perdidos o arrastrados por el agua. En Mozambique, la ciudad de Beira ha quedado devastada:

"El ciclón ha afectado gravemente el centro polivalente del programa DREAM de Beira, un centro de excelencia recientemente visitado por Andrea Riccardi durante su visita a Mozambique: han desaparecido partes del tejado del laboratorio y del centro, lo que ha provocado desperfectos en el instrumental, en el sistema informático y en la farmacia. En el centro nutricional se han visto afectadas la cocina y las puertas del almacén, y se han perdido partidas alimentarias.(entrevista completa en Rai Radio1 al min. 16:04)

Sin embargo, las paredes de obra han resistido en gran parte a la fuerza del viento y del agua, y han dado cobijo a las familias del "caniço" (barrio de cañas) que se levantaba a su alrededor y que ha quedado totalmente destruido. Más de 400 personas se han refugiado bajo las partes cubiertas que han resistido al ciclón. Sabemos que algunos ancianos y niños que no han llegado a tiempo para protegerse en el centro han perdido la vida. Aunque es muy pronto para calcular con exactitud el número de víctimas se teme que el balance será muy grave.

Faltan alimentos en la ciudad y las tiendas están cerradas. Los alimentos que había en el centro nutricional se han repartido estos días para saciar el hambre de quienes se habían refugiado allí. Cientos de pacientes han venido al centro para pedir los fármacos, como todos los días, y se está intentando restaurar la red informática de emergencia para garantizar una correcta distribución. 

La situación es muy difícil: no hay agua corriente y la carretera entre Maputo y Beira está interrumpida a unos 120 km de Beira. Ayer se reabrió la conexión aérea, que esperamos que pueda traer ayuda".

Los voluntarios de Sant’Egidio de las Comunidades de Malaui y de Mozambique, a pesar de que también sufrieron los azotes del ciclón, están trabajando ahora para llevar consuelo a la población, repartiendo alimentos, ropa, mantas y medicamentos.

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