Una comida en familia donde se reúnen las personas a las que vamos a encontrar durante el año por las calles de la capital rusa. Se unen a ellos los ancianos de las casas de reposo que Sant’Egidio visita durante el año. La Iglesia de la Dormición de Moscú alojó esta extraordinaria mesa el día de la Navidad ortodoxa, donde más de 120 personas encontraron un plato caliente... entre otras cosas.
"Invitamos a las personas una a una y todas tuvieron un regalo con su nombre –dice Alessandro Salacone, de la Comunidad de Sant’Egidio–. Aquí todos son bienvenidos, todos. Aunque una persona viva en una situación difícil, eso no significa que no tenga dignidad".
Natalya tiene 43 años y vive en la calle. Para ella, ser invitada a la comida de Navidad es sobre todo poder gozar de un ambiente festivo: "Aquí descansa nuestra alma –dice Natalya–. Esta mesa y esta comida pasan a un segundo planto respecto al cariño que nos rodea. Es hermoso que todos sean tan amables con nosotros, es realmente hermoso estar aquí".
La mayoría de estas personas sobreviven con exiguas pensiones estatales, a menudo insuficientes para tener una vida digna. Oficialmente, hay casi 65.000 personas sin techo registradas en Rusia, pero la cifra real parece que es muy superior.
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