El viaje de Yaguine y Fodé
Corría el año 1999. Yaguine y Fodé eran dos jóvenes de 15 y 14 años, que querían irse de Guinea a Europa para estudiar. Para lograrlo se escondieron en el tren de aterrizaje de un avión y murieron de frío durante el viaje. Los dos jóvenes llevaban una carta encima. Hablaban de sus problemas y también de la escuela: "Ayúdennos, sufrimos enormemente en África, ayúdennos, tenemos problemas y los niños no tienen derechos. A nivel de los problemas tenemos la guerra, las enfermedades y la comida; en cuanto a los derechos de los niños en África, y sobre todo en Guinea, tenemos muchos colegios pero falta educación y enseñanza, salvo en los colegios privados donde se puede tener una buena educación y una buena enseñanza, pero hay que tener mucho dinero y nuestros padres son pobres, aunque hacen lo que pueden para darnos de comer".
Yaguine siempre decía: “El día que me vaya a Francia, os ayudaré a todos a estudiar”. En la clase de Fodé había 107 alumnos. Así era la escuela: "Fodé iba a un edificio de una sola planta. En el tejado faltaban algunas tejas. Su clase era la de 6º B. El mobiliario era precario: una pizarra, algunas oberturas en las paredes para que entrara la luz, puesto que no había corriente eléctrica, y unos pocos pupitres en los que se apretaban los alumnos". La madre de Yaguine explica: "Su único deseo era estudiar, a cualquier coste".
Carta de los niños de Guinea
Sus excelencias, los señores miembros y responsables de Europa. Tenemos el honorable placer y la gran confianza de escribir esta carta para hablarles del objetivo de nuestro viaje y del sufrimiento que tenemos los niños y los jóvenes de África. Pero en primer lugar, reciban nuestro saludo más reverente, adorable y respetuoso, a tal efecto, sean nuestro apoyo y nuestra ayuda, séanlo para nosotros en África, ustedes a quienes hay que pedir auxilio: se lo suplicamos por amor a su hermoso continente, por su sentimiento hacia sus pueblos, sus familias y sobre todo por el amor hacia sus hijos, a los que ustedes aman como a la vida.
Además por el amor y la timidez de nuestro creador Dios todopoderoso que les ha dado todas las buenas experiencias, la riqueza y el poder para construir y organizar bien su continente y convertirlo en el más hermoso y admirable de todos. Señores, miembros y responsables de Europa, a su solidaridad y su amabilidad les gritamos ayuda a África. Ayúdennos, sufrimos enormemente en África, ayúdennos, tenemos problemas y los niños no tienen derechos. A nivel de los problemas tenemos: la guerra, las enfermedades, la comida, etc.; en cuanto a los derechos de los niños en África, y sobre todo en Guinea, tenemos muchos colegios pero falta educación y enseñanza, salvo en los colegios privados donde se puede tener una buena educación y una buena enseñanza, pero hay que tener mucho dinero y nuestros padres son pobres, aunque hacen lo que pueden para darnos de comer. Y luego no tenemos escuelas de deporte como fútbol, baloncesto, tenis, etc. Por eso en este caso los africanos, y sobre todo los niños y los jóvenes africanos, les pedimos que hagan una gran organización que sirva para que África avance. Por eso si ven que nos sacrificamos y arriesgamos nuestra vida es porque sufrimos demasiado en África y les necesitamos para luchar contra la pobreza y para poner fin a la guerra en África. A pesar de todo nosotros queremos estudiar y les pedimos que nos ayuden a estudiar para ser como ustedes en África. Por último, les suplicamos que nos perdonen por haber osado escribirles esta carta porque ustedes son adultos a quienes debemos un gran respeto. Y no olviden que con ustedes debemos lamentar la debilidad de nuestra fuerza en África.
Escrito por dos niños guineanos
Yaguine Coita y Fodé Tounkara.