Una delegación de la Comunidad de Sant'Egidio de París asistió a Notre-Dame el 12 de diciembre, por invitación del arzobispo mons. Ulrich, en una celebración por la reapertura de la catedral, reconstruida tras el incendio que la destruyó hace cinco años, en 2019.
Estuvieron presentes unos cincuenta amigos: refugiados sirios llegados a través de los corredores humanitarios, ancianos, personas sin hogar llegadas de toda Francia.
Entre ellos también Gilberte Fournier, parisina de 93 años, que durante la ceremonia final del Encuentro Internacional por la Paz el 24 de septiembre, en plena plaza de Notre Dame, ofreció su testimonio contra la guerra.
Al finalizar la ceremonia, Mons. Laurent Ulrich se unió a la delegación para tomarse una foto en la plaza con amigos de Sant'Egidio, para recordar la "resurrección" de Notre Dame, que hoy representa un signo de esperanza y de paz para el futuro.
