La Comunidad de Sant’Egidio expresa su más sentido pesar a los familiares de las víctimas del naufragio de una embarcación en el Mediterráneo del pasado 2 de septiembre, pero del que no hubo noticia hasta ayer, cuando fueron rescatados los únicos siete supervivientes, que aguantaron dos días enteros en el mar agarrados al casco después de que este volcara. Ante la muerte de 21 personas, entre la que había 3 niños, provenientes de países asolados por terribles guerras, como Siria y Sudán, no podemos simplemente indignarnos o actualizar fríamente las dramáticas cifras de las víctimas de los viajes de la desesperación en el Mediterráneo.
Hacemos un llamamiento a todas las instituciones, a nivel nacional y europeo, para que reanuden con más intensidad las operaciones de auxilio en el mar, para salvar la vida de quienes están en peligro.