La gran asamblea -más de un millar de personas- de las comunidades de Angoche, Moma y los numerosos pueblos de la provincia de Nampula
Angoche es una ciudad de la provincia de Nampula, ubicada en la costa, con más de 100.000 habitantes. Aquí, desde hace muchos años, existe una Comunidad de Sant'Egidio, así como en numerosas poblaciones cercanas. Otra presencia importante de Sant'Egidio en esta zona de Mozambique está en la ciudad de Moma, que cuenta con más de 300.000 habitantes y se encuentra aproximadamente a 130 km de Angoche. Estas realidades están alejadas de Nampula (Moma está a más de 200 km) y con serias dificultades de transporte terrestre por el mal estado de las carreteras.
Todas las comunidades presentes en la zona se reunieron el domingo 14 de julio en la ciudad de Angoche, a partir de Moma y los pueblos cercanos. En un campo, bajo unas tiendas (que no llegaban a dar sombra a todo el mundo) se reunieron más de un millar de personas. La alegría ha marcado este encuentro, así como el agradecimiento por un momento tan significativo de fraternidad y de compartir el compromiso de estas comunidades al servicio de los más pobres, que viven en la conciencia de que nadie es tan pobre que no pueda servir a los otros.
Los pueblos pequeños de Mozambique -y en particular los del norte del país- se sienten olvidados por la sociedad mozambiqueña: los periódicos no hablan, no parecen representar nada significativo. Por el contrario, esta realidad es muy importante para Sant'Egidio, presente de forma generalizada en todo el país y en estas zonas. Las Comunidades de Sant'Egidio en las pequeñas localidades de Mozambique son en realidad un referente, no sólo para muchos jóvenes y pobres, sino que son consultadas por los administradores locales por temas sociales, y se convierten en un vehículo de cultura y una ventana en el mundo.
El encuentro con los leprosos de Nacopa, distrito de Namitoria
También estuvieron presentes en la reunión de Angoche algunos leprosos de una aldea construida para leprosos no lejos de Namitoria, llamada Nacopa. Su historia es muy particular. En la época colonial, algunos misioneros portugueses crearon aquí un pueblo para leprosos. El gobierno también los recogió en zonas muy distantes. Entre ellos también había niños. Muchos desconocían su origen. Ese pueblo creció, con la ayuda de misioneros, hasta el día de la independencia en 1975. Cuando el gobierno de Mozambique expulsó a los misioneros por ser portugueses, los leprosos se quedaron sin asistencia, sobreviviendo durante décadas sin recursos y, a menudo, sin poder trabajar.
En 2010 Sant'Egidio entró en contacto con este pueblo y comenzó una amistad que aún perdura. Las casas en las que vivían estaban muy deterioradas, carentes por completo de mantenimiento y las condiciones de vida eran pésimas. Muchos de los leprosos que aún vivían habían llegado allí siendo niños y no sabían de dónde venían ni, por tanto, quiénes eran. Progresivamente Sant'Egidio actuó tanto con ayudas de emergencia (colchones, comida, ropa) como con la renovación y en algunos casos la reconstrucción de sus viviendas, permitiendo el renacimiento de este pueblo, ahora lleno de vida.
La reconstrucción de viviendas y otras ayudas en una noticia del 18/7/2013
Con motivo de la gran asamblea celebrada en Angoche, un grupo de leprosos vino a agradecer personalmente a Andrea Riccardi, que los ha seguido todos estos años, por la ayuda recibida. Entregaron una carta en la que recordaban cómo, después de décadas de abandono por parte de todos, la amistad de Sant'Egidio fue para ellos el instrumento de un verdadero regreso a la vida.
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