El domingo 28 de abril la basílica de Santa María del Mar de Barcelona estaba llena de gente para celebrar el 56 aniversario de la Comunidad de Sant’Egidio.
Presidió la liturgia el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. En su homilía, el cardenal recordó que “a lo largo de toda la historia el Espíritu Santo ha suscitado carismas, y en 1968 suscitó la Comunidad de Sant’Egidio gracias a la visión y al don de Andrea Riccardi”, y añadió que en este tiempo difícil que vivimos “es necesaria la propuesta evangélica de la Comunidad, que nos propone la oración, la amistad con los pobres y el servicio a la paz para humanizar nuestro mundo y cultivar la convivencia”.
La fraternidad que se vivía en la basílica es fruto de la amistad entre personas muy diferentes que están juntas desde hace años. Ancianos, amigos de la calle, niños de las escuelas de la paz, refugiados ucranianos y otros nuevos europeos se sumaron a muchos otros amigos que participan en las iniciativas de Sant’Egidio en un clima familiar y festivo. No solo había gente llegada de varios barrios de Barcelona, sino también de las comunidades de Manresa y Tarragona. Había también representantes de las distintas confesiones cristianas y varios representantes del ayuntamiento de Barcelona y de otras instituciones.
Tras la celebración, la jornada concluyó con una fiesta popular.