Unos 700 estudiantes de entre 15 y 22 años ―provenientes de Bantyre y de las localidades limítrofes de Tchoda, Chiradzulu, Mulanje, Chikwawa y Thyolo― se reunieron en el Politécnico de la ciudad convocados por los Jóvenes por la Paz en ocasión de 56 aniversario de la Comunidad.
Se aprovechó el acto para lanzar una campaña de protección y defensa de la vida de los ancianos, que en la sociedad malauiana suelen ser víctimas de abusos, violencia e incluso asesinatos. Muchos consideran que los ancianos “roban” vida a los más jóvenes por brujería. Es una acusación que provoca no solo que los estigmaticen socialmente, sino también que los abandonen y a veces incluso que mueran.
El solemne compromiso que asumieron los Jóvenes por la Paz, que durante la asamblea reflexionaron sobre cómo proteger concretamente la vida de los ancianos, es un auténtico cambio cultural, que lleva a la sociedad a distanciarse de creencias basadas en la ignorancia y en la superstición y afirma el valor de la vida.
