En los primeros días del año, un grupo de jóvenes de la Comunidad de Génova regresó a Elbasan (Albania) para reunirse con más de trescientas mujeres y hombres ingresados en el hospital psiquiátrico Sadik Dinci, el más grande de los Balcanes, y llevar la alegría navideña incluso más allá de las puertas del centro, que permaneció cerrado durante casi tres años.
La amistad entre Sant'Egidio y los pacientes del Sadik Dinci ha durado muchos años y está formada por talleres de verano, visitas en Navidad, y también por el sueño de una nueva vida, fuera de las paredes del hospital, gracias a las casas familia para personas con problemas psíquicos que ha abierto la Comunidad y el Ministerio de Salud de Albania.
Desde el estallido de la pandemia de la covid-19, para quienes viven en casas familia la vida ha continuado, con las precauciones oportunas, en un clima tranquilo, pero para los ingresados en centros psiquiátricos, el aislamiento ha durado tres años.
Por eso despertó una especial alegría volver al hospital psiquiátrico a principios del año para celebrar la Navidad con la Comunidad. La música, la buena comida y un regalo para cada uno de los 310 hospitalizados hicieron que se creara un clima de fiesta.
Además, unas noventa personas pudieron salir del hospital para celebrar la comida en unas salas decoradas festivamente de la casa de las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida.
Antes de la comida, las mujeres y los hombres hospitalizados participaron en una oración por la paz en el gran patio interior. Muchos expresaron sus intenciones de oración a Jesús, Señor de la paz, que protege y consuela. Alguien susurró su gratitud en la oración: «Gracias, Señor,» dijo M., «porque tengo estos amigos, que son los únicos que no me olvidan».