Sant'Egidio y el Día Mundial del VIH: el programa DREAM lleva 20 años en África combatiendo las desigualdades
Hace 20 años, DREAM Sant'Egidio abría su primer centro de salud para combatir el VIH/sida en Mozambique. Hoy, con 50 clínicas en 10 países africanos, sigue luchando contra esta enfermedad, entre otras cosas
A finales de los años 90 en el sur del mundo no había tratamiento contra el sida y la gente que tenía dicha enfermedad moría en pocos meses. En África, se contaban por miles los niños seropositivos y los huérfanos de padres que habían muerto a causa del sida.
Un grupo de médicos e investigadores de la Comunidad de Sant'Egidio, tras constatar el evidente fracaso de las decisiones sanitarias adoptadas hasta el momento, propuso combinar la prevención con la terapia como complemento natural para reducir la infección. Con esta convicción, que tenía una sólida base científica, empezó una labor de promoción ante el Gobierno de Mozambique, donde el Programa DREAM dio sus primeros pasos, para que legalizara el uso de la terapia en el país y permitiera importar los medicamentos antirretrovirales que se utilizaban en el Occidente.
El Programa DREAM, referente de tratamiento tanto para los habitantes de países ricos como para los de países pobres, abrió el primer centro de tratamiento de personas seropositivas en Mozambique.
En la actualidad, DREAM gestiona 50 clínicas en 10 países africanos y gracias al Programa más de 500 000 pacientes seropositivos están en tratamiento y 150 000 niños han nacido sin el virus de madres seropositivas que han seguido el tratamiento PMTCT (prevención de la transmisión de madre a hijo).
La base del Programa es la gratuidad: los tratamientos, los procedimientos de atención sanitaria y los diagnósticos son completamente gratuitos. La gratuidad es necesaria por motivos de equidad y justicia, pero también es el secreto del altísimo grado de adhesión, que ahora se considera el factor que determina el éxito del tratamiento.
Este año, con motivo del Día Mundial del Sida, el 1 de diciembre, ONUSIDA insta a todo el mundo a abordar las desigualdades que dificultan el progreso en la lucha contra el sida.
Los datos de ONUSIDA sobre la respuesta mundial al VIH revelan que, en los dos últimos años, con la covid-19 y las demás crisis mundiales, los avances en la lucha contra la pandemia del VIH han flaqueado, los recursos se han reducido y, en consecuencia, millones de vidas están en peligro.
Cuatro décadas después del inicio de la pandemia del VIH, aún persisten las desigualdades en lo que respecta a los servicios más básicos, como las pruebas, el tratamiento y, más aún, en lo que respecta a las nuevas tecnologías.
Solo faltan ocho años para el objetivo de poner fin al sida como amenaza para la salud global para 2030. El fin del sida solo se puede lograr si abordamos las desigualdades que lo sustentan.
«Durante veinte años nuestra actividad no ha dejado de crecer y hoy DREAM es un modelo para combatir no solo el VIH/sida, sino también otras enfermedades infecciosas y crónicas que se están propagando cada vez más en los países del sur del mundo. Los medicamentos no son suficientes para librar esta batalla: hace falta, sobre todo, formación, ayuda económica y una gran sinergia entre todas las partes implicadas». Son palabras de Paola Germano, directora del Programa DREAM.
Juntos podemos seguir marcando la diferencia.