Del 29 de octubre al 5 de noviembre, se celebraron encuentros de diálogo y oración por la paz en el espíritu de Asís en las provincias congoleñas de Kivu del Sur y del Norte. Siguiendo el ejemplo del encuentro que tuvo lugar en Roma con el papa Francisco, también en Uvira, Goma y Bukavu, se alzó el «Grito de la paz» en una zona del mundo que, lamentablemente, lleva décadas viviendo en un clima de conflicto. En particular, en las últimas semanas, justo en Kivu del Norte, uno de los muchos grupos armados que operan en la región ha vuelto a las armas y ha lanzado una ofensiva que ha llegado a pocos kilómetros de la ciudad de Goma. Esto ha aumentado en gran medida la tensión entre los países vecinos, en particular Ruanda y Uganda, y ha habido muchas manifestaciones violentas en las que se ha invocado el uso de armas para resolver el conflicto.
Así, mientras en el gran norte la guerra de matriz yihadista ha recuperado su fuerza, y en el sur los grupos tribales y étnicos han empezado a enfrentarse de nuevo, las Comunidades de Sant'Egidio locales han proclamado el llamamiento a la paz reuniendo a los distintos líderes religiosos regionales y a las autoridades estatales. Muchos se han sumado a este espacio de diálogo, recogiendo el profundo deseo de paz que hay en una gran parte de la sociedad congoleña y que aún no ha encontrado la manera de expresarse. En particular, intervino el obispo de Goma, Willy Ngumbi, quien señaló que precisamente en estos tiempos difíciles las religiones tienen el deber de llevar a la sociedad de vuelta a las razones de la paz. El vicegobernador militar agradeció esta iniciativa que ayuda a calmar los ánimos y a proteger la vida de las personas.
También en Bukavu, la capital de Kivu del Sur, la Comunidad reunió a los líderes religiosos de la ciudad. El imán de la Gran Mezquita expresó no solo su gratitud por la invitación, sino también la necesidad de mostrar que, también en el Congo, el fundamentalismo está manipulando la religión y el nombre de Dios para cometer actos violentos que no tienen nada que ver con la fe de los creyentes.
En Uvira, junto a los representantes religiosos, también hicieron uso de la palabra los jefes de las tribus y los representantes de los diferentes grupos étnicos, y fue una importante muestra de unidad en un momento en que vuelven a aflorar antiguas rivalidades. En los encuentros tomaron la palabra los niños de la Escuela de la Paz y los Jóvenes por la Paz que, en nombre de Sant'Egidio, expresaron su compromiso de construir un futuro de paz que, precisamente empezando por los más pequeños, permita crear un mundo mejor para todos.