Tras varios meses de negociaciones y de sensibilización con las milicias centroafricanas UPC y Antibalaka, 363 combatientes han decidido deponer las armas y renunciar a la violencia.
Ayer una delegación de la Comunidad de Sant’Egidio se reunió con todos en un terreno de la gendarmería de Bambari en presencia del prefecto de la provincia de Ouaka, del general Brebondi y del director regional de la DDRR (el programa de desarme nacional). Tras un largo encuentro la Comunidad repartió paquetes de alimentos y otras ayudas a los excombatientes.
Otro avance hacia una reconciliación importante para la República Centroafricana, y especialmente para la ciudad de Bambari, escenario, en el pasado, de graves enfrentamientos.