En Berlín, en el barrio de Neukölln, Sant’Egidio ha abierto una nueva oficina, en la iglesia de St. Eduard. Aquí se llevó a cabo la celebración del 54 aniversario de la Comunidad, presidida por el arzobispo Heiner Koch, con la participación de muchos jóvenes y ancianos, pobres, niños de las Escuelas de Paz y sus familias, y muchos ucranianos que llegaron en estos días y fueron acogidos por Sant'Egidio.
Al final de la ceremonia, un niño de la Escuela de la Paz y una joven de Sant'Egidio recibieron el premio diocesano a la integración de manos de la presidenta del consejo diocesano, Karlies Abmeier. Este premio es otorgado a proyectos que promuevan la convivencia entre pueblos de culturas, lenguas y religiones diversas, y destinado este año a las Escuelas de la Paz.
En este tiempo de guerra se hace más evidente la importancia de la educación para la paz en una ciudad multiétnica como Berlín, especialmente en un barrio como Neukölln, donde nació la primera Escuela de Paz, que ahora está presente en varios barrios y últimamente apuesta por la integración de niños ucranianos.
“Este premio representa un reconocimiento y una responsabilidad para la Comunidad de Sant'Egidio de Berlín”, declaró Tobias Müller, en nombre de los Jóvenes por la Paz.