El aumento creciente de las temperaturas tiene efectos muy desiguales en el mundo, con un impacto más fuerte de las consecuencias adversas en aquellos que pueden permitírselas menos. Debido al cambio climático, las olas de calor, los ciclones, las inundaciones y las fuertes lluvias son cada vez más frecuentes en casi todo el mundo, pero África es la que paga las consecuencias más graves.
La reciente tormenta tropical Ana, que azotó violentamente a Madagascar y Mozambique, también ha golpeado duramente a Malaui. Hay al menos 10.000 edificios destruidos, incluidos escuelas y hospitales, y en muchas áreas no hay electricidad ni agua potable. Gran parte de la red de carreteras también se ha destruido con puentes derrumbados y líneas ferroviarias cortadas. Las inundaciones también han devastado los campos de maíz y arroz, incluso gran parte del ganado se ha visto afectado, dejando a muchas familias sin sus medios de vida. Mientras en algunas zonas sigue lloviendo, los ojos ahora siguen una nueva tormenta tropical que se avecina, Batsirai.
Chikwawa y Nsanje son los distritos que más sufrieron por el paso del ciclón, con grandes daños. Actualmente, se calcula que hay más de 84.000 familias afectadas y 73.000 personas desaparecidas, pero es probable que las cifras aumenten, ya que los niveles del agua recién ahora están comenzando a retroceder y solo ahora es posible llegar a las poblaciones aisladas para llevar ayuda.
En el distrito de Chiwawa hay muchas comunidades de Sant'Egidio y algunos de sus miembros han sufrido daños en sus hogares y, aunque están aislados, en los últimos días se han organizado como han podido para llevar comida caliente a los muchos ancianos que lo habían perdido todo. La mayoría de sus hogares han sufrido graves daños o han quedado destruidos, y muchos ancianos se han instalado en campamentos improvisados.
Finalmente, las carreteras vuelven a estar practicables desde hace dos días y una delegación de la Comunidad de Blantyre pudo llegar a la zona y llevar ayuda, especialmente se distribuyeron 350 paquetes de alimentos para las primeras necesidades. En los próximos días, Sant'Egidio está organizando otras distribuciones en las zonas más remotas de la Ribera Oriental, una área atravesada por el río Shire, que debido al ciclón se ha inundado y ha aislado por completo a su población.