Este año ha sido muy difícil para todos, pero no cabe duda de que los niños son de los que más han sufrido. Poder hacer la Escuela de la Paz en el Bronx todos los sábados ha sido una ocasión de alegría y orgullo. Aunque ha sido un año muy difícil, lo hemos vivido juntos.
Por ello, la fiesta para celebrar el final de curso en la Escuela de la Paz del Bronx se ha vivido con una gran alegría, recordando todos los momentos importantes vividos junto a los niños y jóvenes. No es una fiesta de despedida: se está preparando un verano diferente, siempre juntos. En Nueva York, la Comunidad ha abierto la posibilidad a quienes quieran ofrecerse a ayudar.