La ciudad mozambiqueña de Tete había experimentado en el pasado reciente una especie de auge económico gracias a la extracción de carbón, cuyo subsuelo es rico, que atrajo a muchas empresas extranjeras. Ahora, sin embargo, la crisis económica ligada a la pandemia se ha sumado a la crisis del carbón, que ha acabado con muchas inversiones, y una vez más la economía de la ciudad y sus alrededores está en depresión.
De esta manera, en los últimos tiempos se ha triplicado la gente que pide ayuda a la Comunidad de Sant'Egidio. Todos los sábados, la Comunidad de Tete prepara y distribuye comidas a más de 100 personas.
Se trata principalmente de menores, que venden cacahuetes por la calle para ayudar a sus familias y no siempre van a escuela. Pero también de ancianos solos que viven de la limosna. La distribución es una oportunidad para conocer a las personas y sus dificultades y luego tratar de afrontarlas y resolverlas juntos.
El compromiso de la Comunidad de Tete se enmarca en un esfuerzo más amplio de Sant'Egidio en Mozambique para dar respuesta a las necesidades alimentarias de miles de personas pobres, especialmente menores y ancianos. En diversas ciudades del país, se hacen repartos con cenas itinerantes y se ayuda desde los centros nutricionales como los de Beira y Matola.