El 28 de abril de 2021, Malawi declaró inconstitucional la pena de muerte.
Este es un paso histórico, en parte realizado gracias al compromiso de asociaciones como Sant'Egidio, Reprieve y World Coalition Against Death Penalty, que han trabajado conjuntamente para conseguir que la moratoria de facto vigente desde hace algunos años en el país sudafricano se convierta en una regulación estatal.
Alexious Kamangila, un joven abogado miembro de la Comunidad de Sant'Egidio en Malawi, fue uno de los principales actores en este proceso, redactando el documento que sentó las bases para la sentencia del Tribunal Constitucional de Malawi.
En la entrevista (en inglés) relata los esfuerzos de Sant'Egidio por afirmar una nueva concepción de la justicia en el país, por la humanización de las cárceles, y explica los efectos positivos de este pronunciamiento de Malawi, que se suma así a las posiciones abolicionistas de Mozambique y Sudáfrica, ofreciéndose como ejemplo para los demás países de la zona.