En España 29.408 ancianos que vivían en residencias han fallecido por covid-19 (datos del Ministerio de Sanidad del 21 de febrero de 2021). Es una tragedia que revela –tal como afirma la Comunidad de Sant’Egidio– que los servicios sanitarios no estaban preparados para hacer frente a la pandemia.
La Comunidad de Barcelona, en una conferencia de prensa que tuvo lugar el 3 de marzo, puso de manifiesto que los ancianos han quedado abandonados en las residencias y ha pedido un nuevo modelo de asistencia a domicilio para evitar la institucionalización y hacer que sigan viviendo en su casa.
"Cuando una persona anciana entra en una residencia, renuncia a muchas cosas: a su ambiente, a las personas que conoce... ¿Qué ha ocurrido con la pandemia? Se han visto obligados a permanecer encerrados en sus habitaciones sin poder ver a ningún pariente. Han sufrido aún más la soledad", explica Marta Bartra, de la Comunidad de Sant’Egidio.
Precisamente para evitar la soledad y no tener que renunciar a su propia casa y a sus recuerdos, frente al actual modelo asistencial Sant’Egidio propone soluciones alternativas que favorecen la posibilidad de quedarse en casa.
Según Jaume Castro, de Sant'Egidio, la pandemia "podría ser una oportunidad para replantear el modelo de asistencia a los ancianos y proyectar uno nuevo que priorice la asistencia a domicilio. De ese modo se daría respuesta a la voluntad de la mayoría de ancianos: quedarse en su casa".
Asimismo, la Comunidad ha propuesto pequeñas ayudas personalizadas que permitan que los ancianos formen un nuevo entorno familiar, como los pisos tutelados o las coviviendas.
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