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La Navidad de 2020 es una Navidad especial. En realidad, cada Navidad lo es porque cada Navidad es única, es un acontecimiento nuevo. Pero este año Jesús nace en un mundo enfermo, enfermo a causa del coronavirus, de esta pandemia que ha afectado a la vida de miles y miles de personas en todo el mundo.
Así pues, esta Navidad hay una espera más fuerte, una espera más grande de un mundo nuevo, de un mundo curado, de un mundo en el que se respete el medio ambiente. Y sobre todo, todas las personas, especialmente las que viven a los márgenes, las más vulnerables, las más pobres deben ser acogidas. Piensen en los ancianos que están en centros para crónicos, en quien hace meses que no recibe ni una visita.
En esta Navidad tenemos que intentar llegar a todos con creatividad, con nuevas formas, ya sea por teléfono o visitándolos. Pensar en los demás, hacer un donativo, un regalo en definitiva, una Navidad en la que todos debemos estar más unidos, participar más porque todos estamos a la espera de este mundo nuevo que traerá Jesús porque Jesús – estamos convencidos – es nuestra fe, es nuestra esperanza, traerá un mundo nuevo porque trae el Evangelio, la buena noticia que todos esperamos. Y la primera buena noticia es la de la curación, es la del consuelo para quien está mal o para quienes llevan meses y meses viviendo solos.
Que para todos ellos, para todos nosotros, llegue la Navidad; que para todos nosotros crezca la espera de la esperanza de curación, de consuelo y de compañía. Por eso desde Sant’Egidio les deseo una feliz Navidad. Lo deseo a todos y a cada uno para que sea de verdad una Navidad para todos.
Marco Impagliazzo
Presidente de la Comunidad de Sant'Egidio
