El Día de los Abuelos coincide en varios países del mundo con la conmemoración de la Iglesia Católica de Santa Ana y San Joaquín, abuelos de Jesús.
En medio de la pandemia de la Covid-19, esta celebración ha cambiado el pensamiento acerca no solo de los abuelos, sino también de todos los ancianos que están solos, en sus hogares y residencias. Los jóvenes de la Comunidad de Sant'Egidio de El Salvador han lanzado el llamamiento internacional "Sin ancianos no hay futuro" para combatir un problema cultural, descrito por el Papa Francisco como "cultura del descarte", es decir la tendencia de la sociedad a excluir a aquellos que no son productivos.
Esta situación mundial ha puesto de relieve el escaso valor que se puede dar a los ancianos en la dramática elección de dar prioridad a los más sanos a la hora de ofrecer curas. El llamamiento reafirma el principio de igualdad de trato y la Comunidad está comprometida con la lucha diaria contra la cultura del descarte. El compromiso de la sociedad civil es esencial para progresar en el tema de la protección a los ancianos: El Salvador adoptó en 2002 la Ley de Atención Integral para la Persona Adulta Mayor. Desde 1948 pertenece a la Organización de Estados Americanos, pero las desigualdades sociales ahora agravan aún más las consecuencias económicas de la pandemia.
Los jóvenes de Sant'Egidio aceptaron el llamamiento del 26 de julio del Papa al Ángelus, que invitó a hacer un gesto de ternura diciendo "cada uno de estos ancianos son vuestros abuelos". Es la invitación a una alianza entre generaciones que surge de las Escrituras, del libro del profeta Joel: "Los ancianos tendrán sueños y los jóvenes tendrán visiones" (Joel 3,1). Sin los ancianos, falta la visión del futuro, particularmente en la encrucijada histórica de la Covid-19, entre la opción de proteger a los más vulnerables y la dirección de una sociedad menos humana.
Desde el primer caso confirmado de Covid-19 registrado en el país el 18 de marzo, El Salvador ha contado 15.446 casos, 7.903 personas curadas y 417 fallecidos. El país reabrió sus puertas a la actividad económica el 16 de junio con el cese de la cuarentena a partir del 21 de marzo.
La situación es preocupante ya que El Salvador aún se encuentra en la fase ascendente de la curva de contagios. Más de 6.500 personas de una población de 6,5 millones de habitantes actualmente son positivas para el virus.
En el video, el llamamiento "Sin ancianos no hay futuro" (las imágenes de archivo son anteriores a 2020).