Invitando a los jóvenes a realizar "gestos de ternura" con los ancianos, el Papa pidió a todos en el ángelus fomentar una alianza entre generaciones. Teniendo en cuenta también la pandemia, que está afectando al mundo de manera global, se abre el camino a recorrer para construir un futuro más humano y solidario.
La "fantasía del amor", de la que habló Francisco, es una urgencia necesaria para llegar, ante todo, a aquellos que –a causa del confinamiento– se han quedado solos en las residencias, sin la cercanía de sus seres queridos y sin contacto con el mundo exterior. Se puede y se debe, respetando las oportunas precauciones, romper este aislamiento y proteger a los ancianos del "virus" de la soledad que ya estaba extendido antes del covid-19.
Para la Comunidad de Sant'Egidio es también un impulso para continuar, con más fuerza y convicción, la difusión del llamamiento internacional "Sin ancianos no hay futuro" que ya ha recogido miles de firmas en www.santegidio.org
