Los ancianos han pagado el precio más alto en la pandemia de covid-19.
En el Día Mundial contra el maltrato en la vejez queremos reafirmar con fuerza la exigencia de una revuelta moral contra el abandono, la falta de atención adecuada, la sanidad selectiva y la institucionalización.
Pedimos nuevos modelos de asistencia y tratamiento, domiciliaridad, co-housing y sanidad territorial. Es momento de cambiar.
Invitamos a FIRMAR EL LLAMAMIENTO "Sin ancianos no hay futuro" para que estas propuestas sean también nuestro futuro.