Entre el 28 y el 29 de febrero se reunieron en la Comunidad de Sant’Egidio algunos representantes del presidente de Senegal, Macky Sall, y una delegación del Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC), encabezado por Salif Sadio. Tras una interrupción de las negociaciones de varios meses, las partes han reafirmado solemnemente la voluntad política del presidente Macky Sall y del jefe del MFDC, Salif Sadio, de encontrar una solución a través de negociaciones al conflicto de Casamance, que aflige la región desde hace más de 30 años.
Una guerra olvidada que ha provocado miles de víctimas y de refugiados, y que ha implicado también a algunos países limítrofes, como Gambia, que separa Casamance del resto de Senegal, y Guinea Bissau.
La región, con poco más de un millón de personas, toma su nombre del río Casamance, que antes de desembocar en el Océano Atlántico, riega abundantemente el terreno y lo hace fértil. Por desgracia gran parte de los cultivos están abandonados a causa de la presencia de minas y muchos jóvenes se ven obligados a emigrar hacia el norte del país para buscar un trabajo o para estudiar.
En una declaración conjunta los representantes del presidente de Senegal y del MFDC han declarado "la necesidad de reanudar las negociaciones regulares a través de la mediación de Sant’Egidio para dar un nuevo impulso al proceso de paz en Casamance".