Estos días se ha celebrado en la Comunidad de Sant’Egidio la primera ronda de negociaciones tras los acuerdos de alto al fuego en Sudán del Sur que se firmaron en Roma el pasado 12 de enero. Han participado en las negociaciones unos cincuenta delegados en representación del gobierno del país africano, de todas las fuerzas políticas de la oposición (SSOMA, SPLM/IO, NDM, OPP, FDs) y de algunos observadores internacionales, como el IGAD, las Naciones Unidas y la Unión Europea.
El encuentro, que ha sido posible gracias a la mediación de Sant’Egidio, sanciona la entrada del SSOMA, sigla que reúne a todos los movimientos de oposición que no se sumaron al acuerdo de paz de Adís Abeba de septiembre de 2018, en el mecanismo de verificación y supervisión del alto al fuego. "Se trata de un paso necesario y crucial para la consolidación del proceso de paz –ha declarado Paolo Impagliazzo, que ha encabezado la mediación de la Comunidad de Sant’Egidio–, porque se garantizarán la seguridad de la población civil y el acceso de las organizaciones internacionales a todo el país". Barnaba Marial Benjamin, enviado especial del presidente Salva Kiir, ha agradecido a Sant’Egidio que haya creado las condiciones para "un diálogo inclusivo" y ha comentado: "Estamos en el camino correcto hacia la paz, tan deseada por el papa Francisco, y tenemos el mandato y la buena voluntad para recorrerlo". En nombre del SSOMA, el general Thomas Cirillo Swaka ha afirmado "el compromiso con el cese de las hostilidades sobre el terreno y los tonos amenazadores en las redes sociales para crear las condiciones favorables al diálogo".
Las negociaciones continuarán las próximas semanas y abordarán la gobernancia y las causas principales del conflicto; la próxima ronda estará dedicada al encuentro entre los jefes militares que tendrán que transformar en operativas las decisiones tomadas en relación al alto al fuego y se celebrará el mes de marzo igualmente en Roma.
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