El día en el que la Iglesia celebra la Exaltación de la cruz, los detenidos de la cárcel italiana de Paliano le presentan al Papa un icono de un crucifijo que ellos mismos han hecho en la cárcel. El fondo del icono muestra escenas de las Escrituras que hacen referencia a los prisioneros.
Durante varios días han pulido la madera, la han preparado y bajo la dirección de una maestra de iconografía, la han pintado delicadamente siguiendo técnicas milenarias. Así han hecho los detenidos de la cárcel de máxima seguridad de Paliano el gran crucifijo. Un icono que los mismos detenidos han querido llamar la "Cruz de la Misericordia" y que, cuando el Papa la bendiga, irá a varias cárceles italianas en una especie de peregrinación de la esperanza. La cruz, que han hecho en el taller impulsado por la Comunidad de Sant’Egidio, será llevada hoy a la audiencia que el Papa da a la Policía Penitenciaria, en el Aula Pablo VI.
"Son personas que quedaron maravilladas por la visita del Papa el Jueves Santo de 2017. A algunos les ha cambiado realmente la vida y siguen diciendo que el Papa les ha enseñado qué es realmente el amor", indica Stefania Tallei, coordinadora del servicio a los detenidos de la Comunidad de Sant’Egidio. (ANSA)