Con motivo del primer aniversario del terrible atentado de Barcelona y Cambrils del pasado 17 de agosto de 2017, la Comunidad de Sant’Egidio ha expresado, en medio de una gran conmoción y juntamente con muchos ciudadanos, su solidaridad y memoria hacia todas las victimas; así como la profunda voluntad de continuar trabajando en la construcción de la que Andrea Riccardi ha llamado “la civilización de la convivencia”.
El atentado terrorista, como los que se han vivido en diversas ciudades europeas y del mundo, quiso minar la convivencia y el deseo de vivir juntos en paz. La memoria de los atentados ha reunido jóvenes y ancianos, personas de diferentes religiones y culturas, de diferentes condiciones sociales y ha fortalecido el sentimiento de ser una única familia humana.
A la ofrenda floral en el mosaico de la Rambla de Joan Miró, lugar donde llegó la furgoneta de la muerte, ha seguido una invitación para que “cada uno se convierta en artesano de paz para construir la ciudad de la convivencia”. También se ha recordado la presencia, ahora hace un año, de los “jóvenes por la paz” europeos que se encontraron en Barcelona con motivo del VII Encuentro Internacional de Jóvenes por la paz. La responsabilidad de construir un mundo en paz que manifestaron el pasado verano después de los atentados, la han renovado este año en Roma más de 1000 jóvenes en el Encuentro Internacional de Jóvenes por la paz que se ha celebrado este mes de julio: “Tenemos la posibilidad de construir una “amistad global” (una global friendship) para un mundo en paz ».
El acto se ha terminado con un minuto de silencio en memoria de las victimas del atentado. A continuación , en la Basílica de los Santos Mártires Justo y Pastor ha seguido la “oración por la paz” y se han recordado todos los países y tierras golpeadas en nuestro mundo por la violencia y la guerra y se ha invocado el don de la paz.