El viernes 20 de julio se congregaron en la catedral de Yakarta para celebrar los 50 años de Sant'Egidio unas 400 personas entre amigos, pobres que viven en la calle, muchos de los cuales van al comedor de la Comunidad, ancianos, niños y familias de la escuela de la paz, refugiados -muchos de África, con los que en Pascua empezó una intensa amistad- y también colaboradores, voluntarios y representantes del gobierno local y de asociaciones musulmanas.
Presidió la liturgia Monseñor Ignatius Suharyo, arzobispo de Yakarta y presidente de la Conferencia Episcopal, y con celebraron algunos sacerdotes amigos de la Comunidad. En su homilía, el arzobispo manifestó el agradecimiento de la Iglesia y de la sociedad Indonesia es por la aportación positiva que ha significado la vida y las acciones concretas de Sant'Egidio. "La Comunidad ha recibido un llamamiento particular que le lleva a hacer cosas nuevas, teniendo siempre en las manos la palabra de Dios. Así ha caminado durante 50 años, y se ha convertido en un gran pueblo. Es un ejemplo de que una minoría puede ser creativa y puede hacer realidad valores de humanidad que han abierto una historia nueva, honrando la dignidad de los hombres, amando a los pobres y siendo amigos de ellos, esforzándose por hacer realidad una paz duradera con gestos sencillos". Y termino diciendo: "por eso tenemos que darnos cuenta todos de la importancia de la presencia de Sant'Egidio en la historia humana y en la historia de Indonesia".
Tras la liturgia continuó la fiesta con testimonios, videos sobre los 50 años de la Comunidad y la "ceremonia de la torre de arroz" con la que se destacaron las grandes fiestas de la tradición Indonesia.