Gente de todas las edades, de muchas ciudades del país se unieron para participar a la liturgia de celebración del 50 aniversario en El Salvador, que fue presidida por el Obispo Elías Samuel Bolaños Avela. La Parroquia San José de la Montaña acogió a más de 600 personas que vivieron esta celebración con gran alegría.
Una fiesta abierta a todos los amigos de la Comunidad, nuestros amigos pobres, personalidades y representantes de algunas instituciones.
El Obispo Bolaños ha recordado la insistencia del Papa Francisco de ir a las periferias, en el amor a los pobres, en el encuentro y atender a cada una de las personas. Así también, ha recordado el valor que le dio nuestro Beato Oscar Romero al pueblo salvadoreño, sobre todo al pueblo sufriente hasta el punto de estar dispuesto a dar su vida por ese pueblo y por eso se convierte en un verdadero testimonio de la vida cristiana.
“Hoy nosotros al celebrar estos 50 años de la presencia del Espíritu Santo en esta comunidad y la transformación que el Espíritu Santo va realizando por medio de Sant’Egidio en esa atención y en ese cuidado de ir a las periferias llevando esa atención a los más necesitados Que el señor hoy renueve en nosotros la presencia de su espíritu y que la comunidad de Sant’Egidio siga haciendo tanto bien, siga llevando ese espíritu auténticamente cristiano a todos aquellos que adhieren a su carisma”.
Para el ofertorio se realizó la Presentación de los Dones:
Manifiesto del País del Arco Iris que representa el mundo de mañana, tal y como nos gustaría. Entregado por niños de la escuela de la paz y jóvenes por la paz que viven la propuesta de educar en el respeto y en la solidaridad hacia todos.
Imagen de Jesús sin Techo como un signo de que nuestra misión se basa en la amistad con las personas pobres, con ella se encomendó todos los servicios que realiza la comunidad con los pobres alrededor del mundo.
Cruz de Lampedusa pidiendo por todas las personas que por causa de la violencia y las guerras huyen de sus tierras, para que los proteja en el camino y los libere de todo mal.
Finalizando con un saludos y agradecimiento por parte de la Comunidad:
Hoy estamos aquí, con muchos amigos, no tanto para celebrar un acontecimiento, ni para hacer un balance, sino para dar gracias por el don que nos ha sido dado y como nos recordaba recientemente el Papa Francisco “el tiempo en el que la fe esta llamada a ser una nueva audacia por el Evangelio” y añadía: “la audacia no es la valentía de un día, sino la paciencia de la misión cotidiana en la ciudad y el mundo”.
Sí, sentimos que la misión no se ha acabado.
Vemos muchas necesidades en la ciudad y en el mundo. Hay que coser pacientemente el tejido humano en las periferias (que la violencia y la pobreza han roto).
Hay muchas necesidades, muchas preguntas abiertas, sobre todo las de la paz y las de vivir juntos en paz.
Fueron las palabras de Jaime Aguilar representando a la Comunidad de Sant’Egidio en El Salvador:
Al finalizar la liturgia se celebró una fiesta con todos los asistentes entre ellos ancianos, personas sin hogar, discapacitados, niños de la escuela de la Paz junto a sus familias. Un pueblo en el que se confunde el que ayuda y el que es ayudado.