Casi 400.000 migrantes, principalmente de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, atraviesan cada año el territorio mexicano para llegar a la frontera con los Estados Unidos. Sin embargo, en los últimos años México también ha empezado a ser país de destino para miles de ellos.
Desde hace 3 años en Guadalajara, segunda ciudad de México, la Comunidad de Sant’Egidio colabora con el "Refugio Casa del Migrante", un lugar que cada mes acoge a unos 200 migrantes que van de camino a Estados Unidos. En el Refugio les dan alimentos, refugio, servicios médicos y ayuda legal. Los migrantes están en la casa pocos días para recuperarse, descansar un poco antes de reanudar su viaje.
La Comunidad de Guadalajara se ha comprometido a preparar comidas y bebidas el fin de semana para los residentes de la casa. Después de la comida se reúnen alrededor del Señor para orar juntos.
El pasado mes de abril unas 600 personas, mayoritariamente mujeres y niños, llegaron a "El Refugio" con una caravana de más de 1700 migrantes que habían dejado atrás la frontera meridional con Guatemala en marzo. Muchas familias emprendieron este peligroso viaje encima de vagones de trenes de mercancías, tristemente llamados "La Bestia" porque es comparable a una bestia que engulle vidas. Nos dijeron que huían no solo de la pobreza sino también de la violencia de las maras que amenazan constantemente la vida y el futuro de sus hijos.
Ismael, un amigo refugiado, nos dijo: "Orando con la Comunidad encuentro palabras de esperanza para mi vida". Estas palabras nos confirman que la amistad y la oración nos ayudan a construir no solo una ciudad más humana, sino sobre todo un pueblo de paz y esperanza.