El 14 de febrero de 2018 en Parkland (Florida, EEUU), un joven de diecinueve años, Nikolas Cruz, que poco tiempo atrás había sido expulsado del Majory Stoneman Douglas High School, entró en el centro educativo armado y cometió una terrible masacre que provocó la muerte de 17 personas, entre profesores y alumnos. Todavía quedan 15 personas heridas.
El 14 de marzo, un mes exacto después de aquella terrible tragedia, en la basílica de Santa María de Trastevere se celebró una vigilia de oración organizada por la Comunidad de Sant’Egidio para recordar a las víctimas, y en la que participaron muchos jóvenes americanos. Muchos de ellos estaban visiblemente afectados, y lloraron al oír los nombres y la edad de las víctimas. En particular se recordó a algunas personas que, frente a aquella violencia extrema, sacrificaron su vida para proteger a otros, como un profesor que se interpuso entre el asesino y la puerta de una aula donde se habían atrincherado sus alumnos, y un joven de origen chino, que también se interpuso fatalmente a los proyectiles para salvar a sus amigos.
Dos jóvenes, acompañados por las voces del coro que entonaba el Kirie eleison, fueron recitando los nombres y las edades, y los estudiantes que estaban sentados en los bancos fueron subiendo al altar para hacer un signo pascual de luz. El padre Angelo Romano dijo: "Algunos de los que perdieron la vida en Florida eran personas que respondieron al mal con el bien, que es el mejor testimonio para entender cuál es el camino a seguir. Por eso hemos querido dar en este tiempo de Cuaresma un signo de la Pascua y terminar nuestra reflexión con las palabras de Martin Luther King, cuando dijo que responder al odio con odio es como echar la oscuridad con más oscuridad. Y lo que hoy hace falta es luz".
Recuerdo de las víctimas en Santa María de Trastevere