La Comunidad de Sant'Egidio se une a la Jornada de ayuno y oración por la paz, especialmente para las poblaciones de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur, convocada por el papa Francisco para el viernes 23 de febrero, con una vigilia que se celebrará a las 20.00 h en la basílica de Santa María de Trastévere de Roma y, al mismo tiempo, en muchas ciudades italianas donde está presente la Comunidad.
Los dos países africanos, por los que el Papa ha pedido orar y ayunar, viven sumidos en la violencia, la pobreza y las divisiones políticas y étnicas. Deben ocupar el centro de las preocupaciones de la comunidad internacional y de todos aquellos que creen en la necesidad y la urgencia de construir la paz.
La situación de los refugiados de Sudán del Sur es especialmente grave. Millones han tenido que dejar sus casas a causa de la guerra civil y viven en campos de refugiados en Uganda, Etiopía y Kenia. En Nyumanzi, en el norte de Uganda, la Comunidad de Sant’Egidio abrió en 2014 la "School of Peace" que ha permitido que miles de niños y cientos de mujeres recibieran formación. También ha proporcionado oportunidades de trabajo a numerosos refugiados sudsudaneses, que antes de la guerra eran maestros. Junto a la educación básica, en la "School of Peace" es fundamental la educación en la paz..
La República Democrática del Congo, país rico en recursos naturales, sufre conflictos e injusticias que afectan especialmente a las franjas más débiles de la población como los ancianos y los niños. El proceso democrático corre peligro. Sant'Egidio, que está en el Congo, tanto en la capital como en varias ciudades del interior, hace desde hace años la Escuela de la Paz con menores desfavorecidos de las periferias y está atenta a las difíciles condiciones de vida de los niños de la calle, para los que tiene varios proyectos de reinserción social. Para los enfermos de sida, enfermedad que todavía se considera un estigma, Sant'Egidio aplica en el Congo el programa DREAM de prevención y tratamiento de la enfermedad, que ha logrado que en 11 países africanos nacieran más de cien mil niños sanos de madres seropositivas.
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