“Hoy, los cristianos de Oriente buscan a alguien que escuche su llamada; pero es en vano." Ese ha sido el llamamiento a Europa de su Beatitud Juan X, patriarca griego ortodoxo de Antioquía y de todo Oriente a favor de los cristianos de Siria y de Oriente Medio martirizados por la guerra, y que ha pronunciado durante la ceremonia de inauguración de la Conferencia "Caminos de Paz", organizado en Münster por la Comunidad de Sant'Egidio.
El patriarca, hermano del obispo griego ortodoxo de Alepo, Paul Yazigi, secuestrado hace 4 años junto a Mar Gregorios Yohanna Ibrahim (obispo sirio ortodoxo de Alepo), denuncia: "No logro entender cómo puede la comunidad internacional ignorar los casos de los obispos Yohanna Ibrahim y Paul Yazigi y de los demás sacerdotes que llevan más de cuatro años secuestrados. No logro entender cómo los líderes políticos de este mundo pueden quedarse de brazos cruzados mirando la violencia sangrienta de nuestro país, solo para favorecer intereses económicos y geopolíticos que benefician a sus esquemas inhumanos solo a corto plazo".
Dirigiéndose a las autoridades, el patriarca afirmó: "Sería mejor que el mundo difundiera la cultura del diálogo en nuestro Oriente, y eliminara la cultura de la espada. Liberar a nuestro país de las fauces del terrorismo... Lo único que nos puede proteger es plantar las raíces de la paz. ¡Nuestras raíces están allí, en todo el Oriente, desde hace dos mil años! Nacimos allí, hemos vivido allí y allí moriremos".
Para el patriarca, "la experiencia del sufrimiento debería reunir a los pueblos en lugar de destruirlos", y es necesario "colaborar para curar a nuestras sociedades mediante una sincera reconciliación y una verdadera construcción de la paz". Por último, les aseguro, hermanos y hermanas, que en la Iglesia de Antioquía y de todo Oriente vivimos manteniendo una gran esperanza y creemos que la convivencia pacífica y el diálogo sincero entre todas las religiones, las comunidades y las culturas es la base de la reconciliación duradera y de la verdadera paz".
Juan X, patriarca griego ortodoxo de Antioquía: "Los cristianos de Oriente buscan a alguien que escuche su llamada. Pero es en vano.