Un viaje de más de 400 kilómetros escondidos en el compartimento de la rueda de recambio de un autocar esperando lograr vender algo para vivir: de este modo cuatro niños de 11 y 13 años han cruzado Malaui de norte a sur hasta perderse, pero el nombre de Sant'Egidio les ha ayudado a volver a casa.
Los cuatro forman parte de aquel gran mundo de los "street children", niños que viven por las calles de muchas ciudades africanas. Jóvenes vidas hechas de trapicheos, vendiendo zapatos viejos de plástico y pidiendo limosna en el mercado. La comida nunca es suficiente y muchas veces nadie se cuida de ellos. Bueno, alguien sí: en Lilongwe, los jóvenes de la Comunidad de Sant'Egidio los visitan regularmente, y les llevan una deliciosa cena y ropa limpia.
En la estación de Lilongwe los cuatro niños se habían escondido en el hueco para la rueda de recambio de un autocar con destino a Blantyre, donde esperaban poder vender algunos objetos viejos y recaudar algo de dinero. Al cabo de 15 horas de un viaje difícil y arriesgado, en una parada, el conductor se da cuenta de que están allí: están cansados, su ropa está andrajosa y sucia, tienen hambre, sed y mucho miedo. ¿Qué hacer? No tienen familia y están perdidos en un lugar donde no conocen a nadie. Alguien sugiere llamar a la policía. Pero los niños dicen: "A Sant'Egidio, por favor, llamen a la Comunidad de Sant'Egidio".
En cuanto les avisan, los amigos de la Comunidad de Blantyre acuden de inmediato. Van a buscar a los niños y los llevan a la Casa de la Amistad de la Comunidad. A partir de ahora, ellos se ocuparán de los niños. Primera etapa, la comida de Navidad, y luego... ¡a la escuela!.
Su viaje de la esperanza no ha sido en vano: ya no merodearán por las calles buscando alimentos, sino que se sentarán a la mesa de la comida de Navidad de la Comunidad. La primera Navidad en familia.