Hay que lograr que la imaginación vuelva al poder. Es una nueva manera de interpretar un eslogan de los años sesenta. Es una idea que parece sugerida por Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, en su intervención del encuentro internacional de la Comunidad de Sant’Egidio, en París: “Imaginar la paz”. En el planeta hay demasiada gente que copia y poca que crea. Las formas de nacionalismo asociadas a la identidad son de algún modo la copia de algo. Ante los escenarios del presente, en todas las latitudes, “tenemos una gran necesidad de imaginación”.