La Comunidad de Lilongwe, la capital de Malawi, se reunió durante la visita de Marco Impagliazzo durante el Día de la Independencia.
El 6 de julio de 1964, Nyasalandia, la 'tierra del lago' como se llamaba al pequeño país subsahariano, se convirtió en el Malawi independiente. Una transición pacífica hacia la independencia del Reino Unido que, sin embargo, no duró mucho. Después de solo dos años, Malawi comenzó una lenta pero inexorable erosión de su frágil democracia a favor de una dictadura que la aisló del mundo y terminó en 1994. Lilongwe, en ese momento, era un pequeño centro comercial de 20,000 habitantes. Se convirtió en capital en 1975 y hoy tiene una población de 1.200.000 habitantes. En los últimos diez años la capital ha visto crecer enormes zonas residenciales en los suburbios que han ensanchado sus límites y ha conocido las contradicciones de un desarrollo rápido y desordenado, sin centro urbano. Sant'Egidio ha ampliado recientemente su presencia en algunas de estas nuevas áreas, incluida Kawale, donde se encuentra una casa de la comunidad, y el Área 25, que realmente se ha convertido en una ciudad dentro de la ciudad.
En esta parte de la metrópoli, la presencia de Sant'Egidio acompaña la vida de los niños de la Escuela de la Paz y de muchos ancianos solos y enfermos que encuentran en la nueva casa de la Comunidad -por ahora una gran carpa- una familia y un refugio seguro que contrasta la cultura del descarte y la marginación de la que son víctimas. Aquí Marco Impagliazzo pudo encontrarse con los Jóvenes por la Paz, los niños y una delegación de ancianos. Posteriormente se realizó una visita al campo de refugiados de Ndzaleka donde viven 56.000 personas, refugiados de la región de los Grandes Lagos. En el campamento nació hace cinco años una Comunidad por iniciativa de unos refugiados que ya habían conocido a Sant'Egidio en Kivu. En el campamento hoy hay una gran escuela de la paz y un servicio de apoyo y cercanía a los ancianos en dificultad.
Una nutrida asamblea de las comunidades de Lilongwe con delegaciones de la ciudad de Mzuzu y de Zambia caracterizó la jornada de celebración. Marco Impagliazzo, partiendo de la memoria de la independencia, reflexionó sobre el papel de la Comunidad para que la independencia de Malawi se cumpla cada día en un compromiso común por la paz en el país, y la liberación de aquellos obstáculos que aún oprimen la vida de muchos ancianos, mujeres y niños.