En la iglesia de Saint-Merry de París, la Comunidad, junto con muchos amigos, celebró el 54 aniversario de Sant'Egidio con una liturgia eucarística presidida por Mons. Laurent Ulrich, arzobispo de la ciudad.
Fueron muchos los amigos que asistieron, la presencia de cada uno es diferente pero siempre significativa: Roseline Hamel, hermana del padre Jacques Hamel, testigo de la fe asesinado en 2016; Hafiz Chemseddine, rector de la Gran Mezquita de París; el venerable budista zen japonés Shoten Minegishi, representantes de las iglesias ortodoxa y protestante, así como otras personalidades del mundo de la política, la cultura y la sociedad civil. Pero sobre todo estaban los amigos más pobres: ancianos, personas sin hogar, refugiados acogidos con corredores humanitarios y familias ucranianas que llegaron este año a causa de la guerra y que fueron acogidas por la Comunidad.
El arzobispo Ulrich recordó a todos de qué manera el trabajo de la Comunidad es fuente de paz y fraternidad para muchos. Para concluir, Valérie Régnier de Sant'Egidio, dirigiéndose a todos los presentes, los saludó diciendo: "Vuestra presencia hoy es una celebración, porque está llena de significado: expresa nuestra necesidad de vínculos visibles, de comunión y de amistad, es un etapa en el camino de la paz que hemos recorrido juntos durante muchos años, aquí en París y en todo el mundo".