El 14 de octubre de 2018 el papa Francisco, en una solemne celebración en la plaza de San Pedro, proclamó santo a Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, asesinado el 24 de mayo de 1980 mientras celebraba la misa en la capilla del hospitalito de la Divina Providencia, donde había decidido vivir.
Romero fue amigo y defensor de los pobres en un país castigado por la violencia de la guerra civil. Buscaba la paz en el diálogo con las manos vacías, con la fuerza del Evangelio y de la Palabra, y por eso sufrió el martirio.
La Comunidad de Sant’Egidio preserva su recuerdo y venera su testimonio. En la Basílica de San Bartolomeo de la Isla, Santuario de los Nuevos Mártires, se conserva el misal de monseñor Romero y su imagen aparece en el Icono de los Nuevos Mártires.
PARA SABER MÁS
Su historia (IT)
El libro "Monseñor Romero. Vida, pasión y muerte en El Salvador", de Roberto Morozzo della Rocca, se puede comprar en la Librería online de San Pablo.