El 6 y el 9 de agosto de 1945 dos bombas atómicas destruyeron las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Tras más de 75 años, tras acuerdos de "no proliferación" (1986) y la "prohibición total de pruebas nucleares" (1996), muchos países todavía no han renunciado a la fabricación y a la posesión de armas nucleares. Con la guerra en Ucrania, todo esto causa aún más preocupación: no debemos olvidar que, en el contexto de esta guerra, existe la dramática incógnita del uso de armas nucleares por parte de Rusia.
Para no olvidar aquellos trágicos acontecimientos de 1945, los artistas de los Talleres de Arte de la Comunidad de Sant'Egidio querían representar el drama de la bomba atómica en Hiroshima con una pintura. La obra fue concebida durante unas vacaciones de los Amici en Montecompatri en julio de 2022. El lienzo representa el Monumento a la Paz de Hiroshima, uno de los pocos edificios que quedaron después de la explosión de la bomba. El esqueleto de la cúpula se erige como el último testimonio de la inhumanidad de la guerra. En la parte superior derecha está la flor de cerezo de Sakura, un signo de paz y esperanza para el futuro.
El título de la obra es: «Hiroshima 平和» (Hiroshima Paz) y las autoras son Patrizia Nasini y Daniela Parisini.