Miles de peticiones provenientes de todo el mundo, vigilias de oración, la movilización de personalidades del mundo de la política, del espectáculo, de la sociedad civil y el cambio de parecer de buena parte del jurado que en 2007 condenó a muerte a Melissa Lucio, que posteriormente tuvieron dudas razonables sobre la sentencia, han hecho que el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas haya suspendido la ejecución y haya solicitado repetir el juicio.
La mujer, madre de 14 hijos, sigue en el corredor de la muerte, pero ahora se abre la esperanza de que se certifique la muerte accidental de su hija Mariah, muerte que se atribuyó a un gesto violento de la madre, que ella siempre ha negado.
Gracias a todos los que se han movilizado en su favor y a los miles de personas que han firmado la petición de clemencia en estas páginas. Mantenemos la esperanza y seguimos rezando para que se abra pronto un nuevo juicio justo. La lucha contra la pena de muerte sigue siendo un baluarte de civilización, que seguiremos impulsando con firmeza y sabiendo que nunca puede haber justicia sin vida.
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