El número de refugiados ucranianos que hay en la República Checa, a pesar de no tener fronteras con Ucrania, aumenta día a día. Hasta el momento, más de 130.000 personas han llegado al país pasando por Polonia o Eslovaquia. Por eso las comunidades de la República Checa también han comenzado un trabajo de primera acogida y ayuda en la integración de los ciudadanos ucranianos.
Con todo, no hay que olvidar a los refugiados de Afganistán que llegaron a la República Checa en agosto de 2021. Se trata de varias familias que trabajaron para la Embajada o para el contingente checo en Afganistán. Pero, a pesar de sus fuertes vínculos con la República Checa, después de más de seis meses siguen aislados en un refugio a las afueras de la ciudad de Usti nad Labem, en el norte de Bohemia. Aún no ha finalizado el proceso para el reconocimiento de su condición de refugiados.
Pero la amistad con la comunidad de Praga, a través de encuentros, correspondencia y visitas en los últimos meses ha roto su aislamiento. En los últimos días hemos vuelto a visitarlos, les hemos llevado ayuda alimentaria y hemos ido juntos a comprar la ropa que necesitaban. «En la guerra de Ucrania, veo el horror de la guerra de Afganistán, pero vosotros sois la señal de que la humanidad todavía existe y de que nadie, ni siquiera nosotros, está abandonado», nos dijo Mohammad. Así, un día juntos se ha convertido en una celebración familiar que consuela y devuelve la esperanza.